Descripción
La Cruz de oro de los Ángeles, también conocida como la Cruz de la Ciudad de Oviedo es una obra del siglo IX, realizada en oro de 18 kilates, con piedras preciosas.
Cuenta la leyenda que en una noche mágica, unos misteriosos orfebres de paso en la ciudad recibieron una visita inesperada del rey Alfonso II, el casto, quien confió en ellos la tarea de crear una joya digna de la divinidad. Con el oro y las piedras preciosas entregadas por el propio rey, estos artesanos anónimos se sumergieron en su tarea.
Sin embargo, la sorpresa llegó cuando el rey, movido por la curiosidad, decidió visitar el taller durante la noche. Lo que encontró fue más que asombroso: una luz dorada brillaba desde el interior del taller, y al acercarse, se reveló la cruz terminada, una obra de belleza sin parangón, como si los propios ángeles hubieran guiado sus manos.
Así, en el año 808, el rey Alfonso II hizo entrega de esta cruz reliquia, engastada con las gemas más preciadas, a la venerable iglesia de Oviedo. En su reverso, una frase grabada en oro resuena con significado eterno: «HOC SIGNO TVETVR PIVS, HOC SIGNO VINCITVR INIMICVS» —»Con este signo, el piadoso es protegido; con este signo, el enemigo es vencido».
Embárcate en un viaje a través del tiempo y la devoción, y déjate envolver por la mística y la majestuosidad de la Cruz de los Ángeles, una verdadera joya celestial que trasciende los límites terrenales.
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